Que tan importante es la Alabanza?
La alabanza es para Dios. Él es el objeto de la alabanza y sólo Él es digno de ella Y aunque esta afirmación parece obvia, no está de más el RECORDARLA y enfatizarla, porque esto es el principio de la alabanza del cual parte todo lo demás.Y es que esta verdad nos lleva a la enseñanza de que la alabanza debe ser CRISTOCÉNTRICA y no ANTROPOCÉNTRICA. Es decir, es para Dios, para Cristo, no para el hombre. Por lo tanto, a quien debe de agradar es al Señor y no a mí.
Esto no significa por supuesto que me deba de desagradar pero sí que no debemos juzgar y determinar el carácter de la alabanza a Dios por la “apariencia” o por mis “gustos” humanos sino por sus “juicios” contenidos en su Palabra. De hecho la “alabanza” que en la práctica tiene como fin agradarme a mi o al hombre, AUTOMÁTICAMENTE deja de ser alabanza ya que este no es el fin que Dios busca.Dicho y entendido esto, ¿cómo podríamos decir que la alabanza (hablando en sentidos musicales) es mejor o peor sólo porque es tocada con el ritmo, o es del género musical que a mi me gusta? ¿O tal vez por qué no me provocó la reacción emocional que yo esperaba?En realidad la alabanza va mucho más allá de un canto, ya que no es una actividad sino una forma de vivir. No hay una “hora de la alabanza” sino que debemos darle alabanza todo el día,todo el tiempo con nuestra vida.La Biblia nos enseña que podemos alabarle aprendiendo de su Palabra , comprometiéndonos con Él, haciendo y dando frutos de justicia, teniendo fe, confesando nuestros pecados entre muchas otras cosas.
La alabanza es para Dios. Él es el objeto de la alabanza y sólo Él es digno de ella Y aunque esta afirmación parece obvia, no está de más el RECORDARLA y enfatizarla, porque esto es el principio de la alabanza del cual parte todo lo demás.Y es que esta verdad nos lleva a la enseñanza de que la alabanza debe ser CRISTOCÉNTRICA y no ANTROPOCÉNTRICA. Es decir, es para Dios, para Cristo, no para el hombre. Por lo tanto, a quien debe de agradar es al Señor y no a mí.
Esto no significa por supuesto que me deba de desagradar pero sí que no debemos juzgar y determinar el carácter de la alabanza a Dios por la “apariencia” o por mis “gustos” humanos sino por sus “juicios” contenidos en su Palabra. De hecho la “alabanza” que en la práctica tiene como fin agradarme a mi o al hombre, AUTOMÁTICAMENTE deja de ser alabanza ya que este no es el fin que Dios busca.Dicho y entendido esto, ¿cómo podríamos decir que la alabanza (hablando en sentidos musicales) es mejor o peor sólo porque es tocada con el ritmo, o es del género musical que a mi me gusta? ¿O tal vez por qué no me provocó la reacción emocional que yo esperaba?En realidad la alabanza va mucho más allá de un canto, ya que no es una actividad sino una forma de vivir. No hay una “hora de la alabanza” sino que debemos darle alabanza todo el día,todo el tiempo con nuestra vida.La Biblia nos enseña que podemos alabarle aprendiendo de su Palabra , comprometiéndonos con Él, haciendo y dando frutos de justicia, teniendo fe, confesando nuestros pecados entre muchas otras cosas.
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